(Pinchad aquí, pero abridlo en otra ventana ;) )
Hace ya de aquello 11 años, yo no era más que una nena, una pequeñina, pero me acuerdo de muchas cosas de aquellos días. Aquel 10 de Julio de 1997 estábamos, como siempre, veraneando en mi chalet. Cuando anunciaron lo sucedido, posiblemente en un avance informativo, supongo que estaría en la piscina, como cualquier día a aquellas horas, que salía del baño ya casi de noche, allá sobre las nueve de la noche, cuando mis padres llegaban de trabajar. Pero cuando comentaron la noticia, yo no entendía nada, pero sabía que estaba pasando algo malo, a un chico, pero era demasiado raro todo aquello: ¿por qué?, ¿qué había hecho?
Y aunque no entendía nada, yo estaba también preocupada, sin entender por que, pero lo estaba. Recuerdo que durante las comidas, todo estaba más tranquilo de lo normal, que a cada rato, cuando yo estaba viendo la televisión, se acercaban al salón a preguntarme si habían dicho algo de aquel chico, recuerdo que pasados dos días así, mi familia lloraba... ¡si no conocían a aquel chico! Pero lloraban, y menudos lagrimones.
Sólo sé que aunque en aquellos momentos no entendí nada de todo aquello, durante días canté aquello de
Libertad, libertad,
sin ira libertad;
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad,
sin ira libertad,
y si no la hay sin duda la habrá.
sin ira libertad;
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad,
sin ira libertad,
y si no la hay sin duda la habrá.
Desde aquí, un pequeño recuerdo a aquel chico con duende que consiguió unir a todo un país, tener un mismo objetivo, un mismo deseo, una misma voluntad, y nos hizo gritar a todos
-¡Libertad!
1 comentario:
Como decía una frase que he visto en el debate siguiente a la proyección:
Aquel día, todos morimos un poco.
Publicar un comentario