Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

20.10.09

~ El mar... ¡inspira!

Todos los días para mi tren en una estación frente al mar, y cada día, siendo uan apasionada de la fotografía como soy, pienso 'Si tuviese aquí mi cámara de fotos, haría una foto, y seguro que mañana haría otra', pero la rutina no me permite ni llevar mi cámara conmigo (pesa, y la universaidad no es buen sitio para ella, máxime con lo despistada que soy) no hacer que el tren espere a que el mar, las luces, las nubes o el sol terminen de posar ante mi objetvo mientras juegan y se enredan, cada día a cada hora, de una manera distinta... y no puedo negarlo: me dejo llevar, me pierdo en su juego.

Siempre he sido muy soñadora, y muchas veces suelo fantasear con lo que nunca seré, lo que podría haber sido y lo que quizás, sólo quizás, sea algún día. A veces también imagino escenas pasadas de mi vida que tan solo existen en mi mente, y otras me trato de reinventar (ni tan siquiera cabe decir que sin ningún éxito). Es realmente increíble dónde es capaz de llegar mi mente en esos (demasiado frecuentes) viajes por los abismos de mi propia fantasía.
Cuando lo pienso es cuando entiendo el por qué de mi facilidad para inventar historias y cuentos.

Y es que el mar, para una fotógrafa más aún que novata, es toda una fuente de inspiración, con sus cambios, colores y estados.
Y es que siempre que el tren se para en esa estación pienso 'Si tuviese aquí mi cámara de fotos, haría una foto, y seguro que mañana haría otra'.

~ ¿Hacemos un puzzle?

Dos piezas, diferentes.
Cada una tiene un dibujo, pese a que formen parte de un mismo todo; juntas crean una imagen más amplia con un mayor significado, pero de mayor complejidad al mismo tiempo.
Cada una tiene una forma, distintos matices añadidos a la diferencia;algunos matices, algunos de sus lados, son los mismos, o similares, pero uno de ellos es distinto, opuesto, de tal manera que encajan. Sí, podemos decir que son opuestos, pero podemos entenderlo también como que se complementan.

Ahora bien, no todas encajan; es difícil encontrar una pieza que encaje con otra al azar: necesitan formar parte de ese mismo todo y complementarse.
Cualquiera que haya hecho un puzzle sabe de lo que hablo.

2.10.09

~ ...y una vez más

¡Buf! ...porque ya no sé qué hacer, porque haga lo que haga, lo haga como lo haga, nunca está bien.

En realidad, lo pienso y no está tan mal, ni nada es tan descabellado.

Sí, debe ser que parece que está mal aunque no lo esté...

Sí, estoy convencida.

A ojos ajenos, puede parecer que esté mal pese a que no sea así.

Lo mejor será hacer que esos ojos ajenos lo entiendan y vean que tengo razón en hacer las cosas como las he hecho.

Parece que lo consigo finalmente.

Cuando parece que está todo encauzado lo hago realmente mal.

Sí, meto la pata hasta el fondo, más allá de lo que creía que la podía meter.

Para colmar todavía más el vaso, lo hago en uno de esos días críticos, en el momento más crítico.

Ahora realmente la he cagado.

No sé cómo hacer ahora para convencer a esos ojos que miran, ahora con otra mirada distinta, de que no pretendía ahcerlo así.

No sé qué hacer...



La historia se repite.
Siempre lo hago igual, pese a que no suela escribirlo.