Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

29.9.08

~ ¡Gritar!

...y es que cuando el corazón grita en la inmensidad del silencio, cualquier otra palabra sobra.

28.9.08

~ Una historia más - I

Diez menos cinco. Termino de arreglarme, y me miro en el espejo, examinando el resultado. Satisfecha, comienzo a recoger todo lo que he ido dejando por ahí tirado, acelerada. De repente, suena el móvil: una llamada perdida; son ya las diez, y era la llamada que esperaba.
En una carrera, salí de casa: me puse los zapatos de tacón, unas gotas de Be delicious, cogí el bolso y al tiempo que gritaba “Mamá, me voy. Hasta luego”, cerré la puerta y comencé a bajar de dos en dos los escalones. Conforme cerré la puerta, vi el coche acercarse; paró frente a mi portal, y me subí.

- ¡Hola cielo! – saludé, junto con un beso.
- ¿Dónde vamos?
- Hoy dices tú.
- No, no. Sabes que tenías que elegir tú.
- …ya estamos. ¿Vamos a San Juan? Una pizzería o algo de eso.
- Vale, lo veo.

El coche dobló la esquina, camino a lo que habría de ser una cena más de una pareja más en un restaurante más.

~ Un día así

Ayer sábado, digamos, que era mi día.


Podría contar toda la historia, el por qué de tener un acto relevante en mi agenda, pero simplemente me contentaré con decir que todo mereció la pena.

Con la excusa de este acto que os decía, vino un amigo de Valencia, haciendo carretera para ir y venir en el mismo día, fuimos a comer con otros dos amigos, y luego, cuando llego el tan nombrado acto, se nos unió una amiga más, además de las que ya estaban allí. Recibí abrazos que guardaré de mala manera, recibí regalos incluso, y me sentí no sabéis cómo de bien.
Cuando terminó fuimos a ver a unos chicos que yo no conocía y estaban con más amigos celebrando su aniversario, y nos dieron allí las tantas...

Y ya os digo, que no fue un plan destacable, ni nada por el estilo, pero el tener allí a los amigos, hizo taaanto.



Ya les di las gracias, pero no puedo evitar volver a decirles desde aquí, aunque no creo que muchos de ellos lo lean, precisamente, que mil gracias.

Realmente, no hace falta mucho más que una buena compañía para que el día sea perfecto, y te sientas como en un cuento.
Los amigos.
Mis amigos.

26.9.08

~ ...en fin

Si es que soy tonta, si es que siempre me pasa lo mismo. Ya pensada la huida a BCN, con la "estancia" mirada (me dejan un par de camas la familia allí, incluso una casita), las entradas compradas, el tren mirado (que no comprado, menos mal), todo ya casi preparado...

Y, cómo no, otro plan que se me jode.

Me veo con las entradas compradas y yo en casa mientras allí, en BCN, en la Razzmatazz Iván Ferreiro da un concierto para recordar.



Elena no puede ir, sus padres se han cerrado en banda; tengo entendido que hay un viaje a.. ¿Milán? o algo así, visto por unso amigos, con lo cual no cuento con ellos, otra amiga se va a Murcia a ver a Vetusta Morla, y una amiga más, que le apetecía el plan, no sabe si podrá por un congreso que tiene (estoy empezando a odiar que estudie Medicina).
Cada vez menos opciones, cada vez menos ganas de buscar a alguien...

...en fin.

PD: Por supuesto, la posibilidad de ir al concierto de Iván de Murcia de este finde (hoy, en concreto) se esfumó hace unos días... ¡Qué previsible...!

25.9.08

~ Al habla la más cría

Me encanta cuando personas que con más de uno, de dos, y de tres años que yo me llaman cría egoísta cuando en realidad actúan como si tuviesen menos de uno, de dos y de tres años menos que yo y sólo se limitan a pensar en sí mismas...
Me encanta, y más cuando ni saben de lo que hablan, ni saben qué dicen, ni saben nada, y además implican en sus problemas (en primer término inexistentes, hasta que llegan con sus cosas y lían todo) a quién menos deberían implicar.

~ Adiós a los cuentos del amor

Bueno... Después de un día raro y una temporadita en la que no miraba con buenos ojos mi blog, pues he aprovechado un mañana medio inspirada, y me he dedicado a hacer algo que me gustase (cosa que no significa que sea definitiva: el diseño anterior me gustaba en un primer momento).

El blog lo empecé en un momento difícil, una etapa compleja en la que estaba metida de lleno el día que nació laialvarez.blogspot.com, o como se ha llamado hasta ahora, El amor es un cuento, de la cual no puedo decir que haya salido, pero casi. Ayer ya estuve dándole vueltas al tema del diseño, y de que era necesario echar mano a este pequeño espacio, a este ventanaque abría hace ya un par de meses, casi tres, a la red de redes, ¡al mundo!, o casi mejor, a una muy pequeña parte de él que se pasa por aquí y me lee.


Y nada, aquí están los cambios. Un pequeño guiño desde aquí a mi querida Amélie, a esa soñadora incansable que ha conseguido conquistarme el corazón, hacerme reflexionar sobre tantas cosas. Y un pequeño guiño a mí misma, a ver si vuelvo a ser como siempre he sido y como siempre he querido ser, que ya es hora.

22.9.08

~ A quién creer, ¿a Dios o al corazón?

A penas falta un mes...
Quizás sólo falten unos días...


Iván Ferreiro - Meteoro y el Señor Conejo

Barcelona, 24 de Octubre... Ya queda menos. ¿Me iré este viernes también a Murcia a verlo? A la espera de que me confirmen un par de cosas, y de que queden entradas, claro.

~ Mirad, mirad

Este artículo de prensa lo leí hace ya un tiempo, y hoy, mirando entre los mil documentos inútiles que guardo en el ordenador, haciendo limpieza, lo he reencontrado, y me ha parecido que era digno de ver, así que aquí os lo dejo, para quien quiera echarle un vistazo:
Mirad, mirad
Qué suerte tenéis, malditos. No tenéis la regla, no tenéis que parir, no os hace falta depilaros, mandáis más, ganáis más, con ayudar un poquito en casa os sobra y ya no tenéis ni que hacer la mili que era el último consuelo que teníamos las mujeres a la hora de confiar en la existencia de una cierta justicia cósmica en el reparto de sexos. Es verdad que soléis moriros antes que nosotras, pero eso parece que se va acabando conforme las mujeres nos empeñamos en seguiros los pasos intentando ascender en el trabajo pero sin descuidar el cambio de pañales y el lavado de las cortinas. Y ahora, encima, se descubre que tenéis la posibilidad de vivir más con una sencilla receta: mirar nuestros pechos.
Según un estudio que circula últimamente por Internet, observar detenidamente los pechos de una mujer unos minutos al día reduce el riesgo de ataques y paros cardíacos a la mitad, es tan saludable como media hora en el gimnasio y reduce la presión sanguínea lo que supone menor cantidad de enfermedades cardíacas y pulsos más lentos. Tanto es así que, aseguran, si se hace con regularidad, un hombre promedio puede alargar su vida de cuatro a cinco años. Todas estas maravillas se deben a que la excitación sexual hace que el corazón se acelere y mejore la circulación de la sangre. La panacea. Así que no es raro que se os vayan los ojos detrás de un buen escote ya que al parecer en ello os va la vida aunque hasta ahora no lo supierais. Pero ¿de verdad por mirar un ratito un pecho os ponéis tan tontos? Yo creía que en el proceso de la excitación sexual influían muchas otras cosas, no sé, la atracción mutua, las miradas a los ojos, el erotismo, el ambiente... Y se ve que no. La cosa sigue siendo de lo más primaria. Lo malo es que cargáis sobre nuestras espaldas la responsabilidad de vuestra supervivencia. Porque, a ver: ¿Qué le dice una a partir de ahora a un hombre que intente echar una miradita...? ¿Vete y muérete? Vaya cargo de conciencia. Todas tenemos amigos y compañeros de trabajo que no tienen pareja y por tanto lo tienen más crudo a la hora de dedicar sus minutitos al día a la contemplación detenida de unos pechos. ¿Los vamos a condenar a una vida corta metiéndoles un guantazo cuando se nos queden mirando el arranque del sujetador? Además, así igual no vale, y no es cuestión de que por muy amigo que sea uno vayamos a desnudarnos para darle su dosis diaria de observación. Algo debería decir en esto Sanidad aunque no me imagino al nuevo ministro, por muy progre que sea, contratando a chicas que se paseen por ahí en cueros para garantizar la longevidad de los españoles. Otra posibilidad son las playas pero haría falta una campaña de concienciación para que aceptemos de buen grado que un moscón se nos siente al lado a mirarnos los pechos fijamente por mucho que nos diga que, si no, se muere. En cualquier caso, para eso están las pelis subidas de tono y ahí os podéis embobar todo lo que queráis, o como sucedáneo, los viejos calendarios de chicas en cueros que deberían volver, no sólo a los talleres mecánicos donde han reinado toda la vida, sino a cualquier oficina, fábrica o comercio, por muy respetable que sea, en beneficio de la conservación de la especie.
No hay problema sin solución. Pero ¿y nosotras? El estudio no apunta nada de cómo lo hacemos para ganarnos los cuatro o cinco añitos extra. ¿Dónde tenemos que mirar? Deberían aclarárnoslo porque es importante. Dicen por ahí que las mujeres a la hora de valorar el físico de un hombre nos fijamos en los ojos, en la altura, en el tipo, en la sonrisa... y en el culo. Dado que esto último es lo más carnal, igual es aquí donde debemos pararnos a mirar un ratito cada día.
Lo malo de esto es que, a priori, plantarnos delante de un culo y observarlo detenidamente durante cinco minutos al día no creo que nos sirviera para reducir nuestra presión sanguínea, francamente. Así que lo mejor va a ser convencer al jefe para que el novio de Ana Obregón se encargue de reponer la máquina de Coca Cola del periódico tal como Dios lo trajo al mundo. No sé si de esta forma nos moriríamos más tarde, pero hasta entonces...
Isabel Vicente, Diario Información, Miércoles 08 de agosto de 2007

En la universidad también nos podrían poner un par de esos, creo yo...

16.9.08

~ Curso nuevo, vida nueva

Llega Septiembre, es cuando realmente comienza mi año. Yo paso de eso de que el año empiece en Enero; para mí es en este mes.
Junto con el mes en que nos encontramos, llega también una gran cantidad de cosas: el comienzo del nuevo curso, la vuelta a la normalidad, a la cotidianidad, la manga corta, seguida irremediablemente de una rebequita para el corto período de entretiempo que disponemos en la zona de levante. Comienzan los coleccionables, que siempre te dejan a mitad cuando te has enganchado, pues eres una de las pocas personas que han decidido seguirla. Todo torna al compás marcado del que tanto nos quejamos pero que luego, cuando desaparece, tanto echamos de menos.

Como decía antes de dar tantas vueltas, ha llegado Septiembre, y he comenzado a hacer una lista. Digamos que son propósitos, pero van un poco más allá. Son planes que estoy elaborando, metas, cosas que quiero conseguir, viajes, pequeñas cosas...
De momento, tiene pocas cosas, es una idea más que ninguna otra cosa. Pero tengo pendiente que vaya a más, y sobretodo quiero que funcione y me la tome tan en serio como ahora mismo pretendo.


De momento, hay una cosa que tengo clara. Este año está comenzando muy bien, con muy buenas sensaciones, muchas cosas que creo que pueden funcionar, y me ilusiona la simple idea. Como le decía ayer noche a mi amigo Carlos, presiento que en líneas generales el 2008-2009 puede ser mi año; lo poco que llevo de mi particular manera de medir los años, está siendo muy bueno, y las vibraciones que tengo son incluso mejores... y es que en gran medida he de agradecer a mucha gente que estén haciendo que los primeros pasos sean tan buenos dentro de lo que ellos pueden hacer.


Como resumen: espero mucho de este año, y creo que realmente voy a hacer porque lo sea.

~ Libre

Cuando era libre, emprendí un viaje, sin destino, con el equipaje casi vacío, dispuesta a llenarlo de millones de cosas que encontraría. Cuando había empezado con mi cometido, encontré unas cuerdas en mitad del camino y no supe sino enredarme en ellas; no sólo no fui capaz de bordearlas: tampoco he sido capaz largo tiempo de salir de ellas.
He estado ahí, atrapada por ellas, y con la firme idea de liberarme, pero sin hacer en realidad otra cosa que dejarme caer en ellas, viendo como el tiempo iba pasando y yo lo perdía allí. No me sentía capaz de continuar, de dejarlas de lado y proseguir mi camino.

Por fin soy consciente que no hacía más que perder el tiempo, un tiempo que vale oro (¡la de millones que debo haber perdido!) y que he desperdiciado atrapada en una maraña en la que me inmiscuí yo sola y a la que me aferré.
Ahora soy consciente de todo, he visto que sigo siendo tan libre como lo era, y que nada me impide seguir adelante...

Así que aquí me tenéis, en mitad del sendero, con las maletas en las manos, dispuesta a seguir llenándolas. Sé que tardaré un poco en retomar la energía y la fortaleza que había conseguido a base de andar día a día. Me queda un largo camino por delante, y me encontraré con tantos o más obstáculos como los que han quedado atrás, pero me enfrentaré a ellos con la experiencia que he ido acumulando.
Ya he dado el primer paso, el fundamental:
Volver a andar, volver a viajar.
Vuelvo a ser libre.


~~~~~

Por fin he terminado los exámenes; en realidad los terminé la tarde del viernes pasado, pero he necesitado unos días para desconectar de todo un poco, relajarme y poder enfrentarme a las mil cosas que quiero hacer.

De momento he dejado esto aquí. Lo escribí cuando volvía a casa después de las clases a las que he estado yendo este verano (que me ha servido para suspender igualmente)... Pero no lo llegué a subir, y tampoco lo quería dejar perdido entre las hojas de alguna libreta.

Ahora vuelvo a la carga, y creo que con las pilas bastante cargadas.

8.9.08

~ Un rayo de sol

Buufff... Esto de estar de exámenes, me tiene destrozada. Me apetece hacer mucas cosas, y tengo un par de proyectos (o más) en mente, y me apetece mucho escribir algo algo aquí, pero a penas encuentro tiempo, y el que me queda termino haciendo algo que permita a mis neuronas relajarse y no tener siquiera que pensar.

Pero, qué decir, que me resulta inevitable no poner esta canción hoy aquí.

Un rayo de sol vuelve a brillar,
en mi corazón hay algo mejor
que todo lo que había ayer,
ya no hay fotografías
ni grises nubes ni tenues días
llorando en Navidad.

Hoy vuelvo a pasear por mi ciudad
pisando hojas secas
y merendando galletas.


No sé si sabes
que ya no te quiero,
que ni siquiera te echo de menos.
Y aunque tú creas
que he perdido el tiempo,
he construido un gran mundo
en un rayo de sol.


Lo mejor de todo es que al final
siempre hay una canción
para poder cantar
y fabricar mil sueños
que borren los recuerdos
y escondan aquellos miedos
que me asustaba.

Volverá a nevar por Navidad,
hoy vuelvo a pasear por mi ciudad
pisando hojas secas
y merendando galletas.


No sé si sabes
que ya no te quiero,
que ni siquiera te echo de menos.
Y aunque tú creas
que he perdido el tiempo,
he construido un gran mundo
en un rayo de sol.

Galletas - La Casa Azul