Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

7.8.08

~ Amor

Amor... ¿amor?
Dicen grandes cosas de él. Yo he dicho grandes cosas de él en otros momentos, aunque aquí pueda parecer lo contrario, pero ahora estoy convencida de eso no es más que una absurda patraña, un cuento chino que, para más inri, crea nuestra propia cabeza para, antes o después, terminar llevándonos el golpe del siglo (al que seguirá otro golpe más y otro, incluso alguno más; uno tras otro sin que aprendamos jamás).
Y sí, es la cabeza, nada del corazón, como siempre decimos; ¿El corazón? ¿ése? ése no sabe nada, no tiene ni idea, no es capaz de tomar ni tan siquiera ningún tipo de determinación.

¿Sabes? Ahora mismo afirmo con rotundidad que odio el amor, o lo que siempre hemos entendido como tal (porque ya hemos dicho que de existir, nada). Es curioso esto cuando tengo algo por aquí dentro, no sé dónde, diciéndome "Pero Laia, ¿eres tonta? ¡Yo soy el amor! ¿No te das cuenta de que estás locamente enamorada?"; y yo, con toda la delicadeza y sutileza del mundo, le respondo siempre con las mismas palabras; una respuesta bastante clara y concisa, aunque no sé si convincente, porque él sigue sin hacerme caso: "¡Y una mierda! No te crees ni tú eso de que seas amor.". La vocecilla, a mi respuesta, se apaga poco a poco, murmurando y refunfuñando, diciendo algo así como que ya me daré cuenta...

Pero volviendo a lo que estaba contando... ¡Creedme! El amor no existe, tan sólo es una ilusión formada e nuestras locas cabezas. No obstante, sea como sea, falsa sensación o no, sé que no quiero volver a sentirlo: no quiero volver a sentir nada de todo esto.Me he cansado de llorar por lo que he perdido, de llorar por lo que nunca tendré, de llorar por sentir algo que me hace daño... Sí, lloro mucho.

Ya dije hace un tiempo que el amor es un cuento; ahora añado algo, un pequeño detalle:
El amor es un cuento de final amargo que no quiero volver a leer.





Ahora bien, también podéis llamarme resentida.
No será mentira, me temo...

No hay comentarios: