Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

28.1.08

~ Azul celeste anaranjado

 
El sol se perdía tras las nubes que cubrían el cielo, y como cada tarde, comenzaba a tornar el azul celeste con una tonalidad naranja que anunciaba el final de otro día, la llegaba pronta de la noche.


Él estaba a su lado; Ana se giró; en ese momento, la miraba.
Cuando sus ojos se clavaban en ella, una sensación como de cientos de miles de mariposas revoloteando, no sólo en su estómago, sino dentro de ella, la invadía. Y otra vez se repitió.
No lo podía evitar: cuando la miraba, le cambiaba la cara, y una sonrisa cargada de una mezcla de sentimientos y sensaciones se dibujaba en su rostro.

Como tantas otras veces, él le dijo que no le mirase así, y por toda respuesta, ella miró hacia delante un instante, cogió su mano, y le volvió a mirar.


Él sonrió. Ana apoyó su cabeza sobre su hombro, y la rodeó con su brazo.



El sol cayó, pero ellos siguieron un poco más allí, haciendo como que el tiempo no pasaba, y que tenía todo el tiempo del mundo antes de volver a casa, auqneu en realidad, sólo les quedaban unas pocas horas.

No hay comentarios: