Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

28.8.10

~ Mal

Me siento mal.

Una supera las cosas; a veces, como en este caso, no hace falta ni superarlas porque, antes de que sucedan, ya sabes que van a pasar y (casi) cómo van a pasar. Pero a pesar de ello, a pesar que sabes que no hay esperanza de que las cosas salgan como querías que saliesen (y además, crees que sería lo más lógico, lo más correcto), a pesar que incluso ya casi has perdido las ganas, la ilusión por aquello por lo que luchabas, sabes que tienes que seguir defendiendo tu postura, lo justo; tienes que defenderte a ti misma, porque tú no estás dispuesta a que te pisoteen y hagan contigo lo que quieran, y es la única forma de hacerlo saber.


En varias ocasiones me he visto en ese problema, y en ambas, pese a decir la verdad, que no mi verdad, me han hecho quedar como una mentirosa, como una persona mala, mientras quienes tenía enfrente no hacían más que tratar de hundirme.

Y la última vez, ya digo, ni siquiera me afectó. Tenía asumido cómo se iban a suceder las cosas.
Pero hoy, estos últimos tiempos, me siento mal, y eso que ha pasado ya tiempo, y ningún hecho acontecido me ha devuelto a aquellos momentos y los que se sucedieron (o los que no se sucedieron, tal vez).

Necesitaba decirlo.


Creo que prefiero no añadir más.
Rompiendo con la que suele ser mi línea, de expresarme bien, de tratar de usar palabras bonitas, de crear una historia que pueda representar mi sentir... creo que esto era lo que hoy necesitaba escribir. Si alguien me entiende, ya digo que me alegro y lo agradezco. Señal que no me he explicado tan mal como creo que lo he hecho. Pero se me han acumulado tantas y tan pocas cosas que decir al mismo tiempo, con la necesidad y las pocas ganas que tengo de escribir en verdad, que dudo que pueda haber salido de mis dedos algo mínimamente coherente.

2 comentarios:

Nurelko dijo...

Las palabras más directas siempre se entienden mejor que las bonitas.
Quizás no expresen lo que sucede, pero sí revelan como te sientes.

Mucho ánimo y un beso grande ;)

Vértigo dijo...
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