Repiquetean las campanas a lo lejos. Se oyen por toda la ciudad. No, no en realidad; se oyen en una cercana lejanía, quizás a tres manzanas de mí, cuatro, cinco tal vez. Pero se oye ese sutil, particular y conocido repiqueteo. Los novios, ahora ya marido y mujer, deben estar saliendo a la calle, recibidos por la familia y amigos entre risas, alegrías y vítores.
Y es en esos momentos cuando vienen a mi cabeza aquellos vagos recuerdos de amor, historias que el tiempo hizo caducar, pero de las que aún quedan sombras en mis recuerdos y mi corazón; sensaciones... sentimientos... ideas, sueños y proyectos que se quedaron en el aire, y que ahora, sola o con otra compañía, sigo sintiéndome incapaz de hacer, por mucho que pasen los días, las semanas, los meses o los años.
Ahora oigo esos repiqueteos de campanas, que tañen alegremente celebrando el amor, celebrando un amor desconocido para muchos, para incluso la mayoría de aquellos a quienes informaban.
Pero al fin y al cabo, el amor es algo que hay que celebrar, porque significa que aún hay quien cree que existe ese cuento inventado para ilusos que viven en esos mundos de fantasía, castillos, hadas, príncipes y princesas, en un mundo de golosina.
Y es en esos momentos cuando vienen a mi cabeza aquellos vagos recuerdos de amor, historias que el tiempo hizo caducar, pero de las que aún quedan sombras en mis recuerdos y mi corazón; sensaciones... sentimientos... ideas, sueños y proyectos que se quedaron en el aire, y que ahora, sola o con otra compañía, sigo sintiéndome incapaz de hacer, por mucho que pasen los días, las semanas, los meses o los años.
Ahora oigo esos repiqueteos de campanas, que tañen alegremente celebrando el amor, celebrando un amor desconocido para muchos, para incluso la mayoría de aquellos a quienes informaban.
Pero al fin y al cabo, el amor es algo que hay que celebrar, porque significa que aún hay quien cree que existe ese cuento inventado para ilusos que viven en esos mundos de fantasía, castillos, hadas, príncipes y princesas, en un mundo de golosina.
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