Aquí es donde Laia Álvarez deja sus pensamientos, pequeñas reflexiones, canciones que le tocan la fibra sensible... Cosas, en definitiva, que le rondan la cabeza y el corazón. No obstante, este pretende ser un espacio compartido, donde el lector pueda tener también un pequeño espacio donde dejar cuanto quiera dejar.


Empezamos en 3... 2... 1... ¡Ya!

29.6.07

~ 711

 
 
Subió al tren, se sentó y esperó a oír el sonido que indicaba que el tren partía. Aún no estaba segura de lo que hacía... Finalmente, un tímido pero audible pitido llegó hasta ella; comprendió que ya marchaba, y no había comprado billete de vuelta. Y así, con este pensamiento, cerró los ojos y rodó sobre su mejilla un lágrima.
Lo había hecho; había subido, estaba ahí sentada, y notaba como aquel tren que había tomado empezaba a acelerar, dejando atrás la estación, la ciudad y todo cuanto allí había.
Ella no podía dejar de darle vueltas; sin saber por qué se encontraba abandonando la ciudad... Pero aquello no lo había podido aguantar más: horas y horas sin saber que hacer, sin dejar de llorar... Horas y horas pensando en su corazón, que un día latía en su pecho, y hoy, hecho pedazos, a penas conseguía hacerlo.
Pero el tren 711, llevando consigo una y mil historias, no se detenía.
 
 
 
 
Sentado en el suelo, junto a aquella vieja nave abandonada, se dedicaba a ver pasar los trenes. Unos iban, otros volvían... pero aquel que estaba pasando sabía que no traería de vuelta a Nadia.
Sabía que esta vez no podía hacer nada; se había equivocado, lo había hecho mal... Ahora, había perdido a su bella princesa, que marchaba en tren 711 sin billete de vuelta.

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