Vente conmigo, déjame llevarte a donde tan sólo puedes imaginar.
Cojámonos de la mano, y tumbémonos sobre la hierba fresca, mirando al cielo y viendo las estrellas brillar en la noche oscura pero cálida que nos envuelve.
Sentir la hierba fresca crujir bajo nuestro peso.
Huir de la sociedad que aturde nuestra mente y nuestros corazones para estar nosotros, solos, en nuestro propio Edén.
Porque lo que de verdad importa está ahí, lejos de todo y de todos, menos de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario